Es esencial comunicarse con la naturaleza viviente, porque allí, en
medio de los bosques u otros lugares naturales, podemos «abrirnos» y
«exponernos» a Dios y así Él puede enseñarnos de una mejor manera, lo
que Él Mismo afirma: «¡En los bosques busquen Mis indicaciones Además, en la naturaleza podemos expandirnos como conciencias en la
armonía del ambiente en vez de permanecer en la ciudad en los chakras de la cabeza, «alimentándonos» solamente con la información sobre las
pasiones humanas y ensuciándonos con la energía de sus emociones
negativas.